Como advierte
César, parece que el responsable del desaguisado no es tanto el periódico que sacó la noticia como el Ministerio (¡de Cultura!) que difundió
la nota. Pero un acontecimiento anual como los Premios Nacionales de Traducción merecía algo más de cuidado. O al menos de respeto con los nombres de Erasmo –que no fue el creador de un programa de intercambios para estudiantes-, de Lucrecio –que no fue una cantante de salsa- y de Petrarca –que no fueron cuatro, sino uno-.
(Publicado en El País, 17.11.06)
9 comentarios:
Podríamos decir que Erasmus pocos y parió la abuela.
Erasmus (errans mus) ese tiene un pase por ser su nombre latino. Lucrecia puede ser una errata y Tetrarca no aparece aquí. http://www.mcu.es/gabipren/notas/2006/noviembre/cul_14_pnobra.pdf Es una exageración.
Esto huele a corrector automático que tira p'atrás...
Usuario anónimo, le diré que en otro tiempo he visto destituir a un cargo de confianza por menos de esto. Y si un estudiante de la ESO comete estas "erratas" le suspenden el examen. O le sacan en alguna Antología del disparate.
Sinceramente, tampoco veo que sea para tanto. Vivimos en una sociedad plagada de errores culturales y ortográficos, no hay más que ver el telediario para echarse a llorar de lo mal que se expresan los periodistas. Se suele poner el grito en el cielo con lo pésimamente que escribe la juventud por Internet y los sms, pero nadie comenta el mal ejemplo que dan los medios de comunicación en general. El BOE está lleno de faltas de ortografía y de estilo, las sentencias judiciales parecen redactadas por niños de diez años, los medios de comunicación no saben conjugar los verbos y, en definitiva, no es de extrañar que el propio ministerio de cultura carezca de ella. En fin, cómo me alegro de ser correctora de estilo, al menos todo esto me sirve para ganarme la vida.
Como dice Lillo, no es cosa de ignorancia sino del corrector ortográfico del Word. El redactor del Ministerio debería aprender a desactivar ese corrector o, al menos, a escribir mirando la pantalla.
Y el primero que se llenó la boca hablando de incultura y todos los presuntos periodistas que lo han repetido como papagayos, mejor se preocupaban de su propia incultura informática, que ellos mismos habrán usado el Word docenas de veces y ya deberían saber las jugadas que te puede hacer. Además, noticias tan lerdas como esta llevan años apareciendo.
Anonymous y demás:
Que puedan ser equivocaciones no quiere decir que sea aceptable. Como bien dicen por ahí arriba, es vergonzoso lo mal que hablamos y escribirmos (me incluyo) y lo poco (o nada) que hacemos por remediarlo.
Haya paz. Esta bitácora no pretende dictar sentencias, sino simplemente recoger curiosidades del idioma y entre ellas los errores, erratas, gazapos o descuidos perpetrados en los medios de comunicación. Luego, que cada cual mida el grado de gravedad de la falta o el delito en cuestión.
Por mi parte y respecto de El País, creo que ser el periódico de información general más leído en España conlleva ciertas responsabilidades en el uso correcto del idioma. En cuanto al Ministerio de Cultura, no sé, quizá se le pueda exigir un poco más que a un usuario bisoño de word.
El corrector del Word, peligrosísimo y caprichoso enemigo. Se ve que le gustan el donaire y la gracia de mi ciudad natal: cada vez que escribo su nombre, me lo cambia por Donosita (que debe de ser una de las tres palabras menos usadas en la historia del castellano).
En la primera clase con alumnos de Redacción, les ponía un párrafo con 24 errores, para que los fueran cazando. Al final del jueguecito, pasábamos el corrector del Word: señalaba cinco errores (uno de ellos no lo era). Y así le perdían la confianza.
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