29 de diciembre de 2009
GRAMÁTICA PARDA
28 de diciembre de 2009
PLACEBO
22 de diciembre de 2009
13 de diciembre de 2009
1 de diciembre de 2009
Nueva gramática
23 de noviembre de 2009
CORSARIOS
16 de noviembre de 2009
PENA DE TELEDIARIO
Será tal vez debido al efecto multiplicador de la televisión y otros medios, pero es asombrosa la facilidad con que las voces recién inventadas prenden en el idioma. No habrá pasado un mes desde la primera vez que oímos hablar de la «pena de telediario» y ya no hay columnista, articulista o tertuliano que no la emplee. Vaya por delante que se trata de un feliz acierto. Así como hay penas de muerte, de privación de libertad o de trabajos forzados, existen las de escarnio público. Antes se aplicaban atando al reo en la picota o paseándolo embreado y emplumado a lomos de un burro por las calles del pueblo, y ahora el instrumento de tortura aplicado es la televisión. Alguien es detenido por sospechoso, o llamado a declarar ya sea como testigo o como imputado, y el principio de presunción de inocencia queda abolido desde el momento en que las cámaras lo muestran saliendo del furgón policial a la entrada de los juzgados. Con el sintagma «pena de telediario» se expresa esa especie de condena sumarísima dictada por la opinión pública, una condena inapelable y sin reparación ante la que el penado queda indefenso. Parece ser que «pena de telediario» empezó a usarse como queja por parte de algunos detenidos en la ‘Operación Pretoria’, a quienes la cámara indiscreta captó esposados y cargando una bolsa con sus pertenencias camino de la Audiencia Nacional. De entonces a aquí, aunque haya llovido poco, la etiqueta es aplicada a todos cuantos aparecen de esa guisa en las pantallas. Un buen hallazgo verbal, si no fuera por la insistente y machacona repetición.
Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 14.11.09
15 de noviembre de 2009
PUYAS y PULLAS
9 de noviembre de 2009
REINO, *REYNO
3 de noviembre de 2009
Unas eñes perdidas junto a la cuna del español
29 de octubre de 2009
Suspenso en Gramática
28 de octubre de 2009
Desollando la ortografía
26 de octubre de 2009
Una lengua de pobres y de gángsters
19 de octubre de 2009
ESCOÑAR
Pocos años atrás el hablante medio aún sabía cambiar de registro según las situaciones en que se encontrara. Era consciente de que no se puede usar el mismo tono en una conversación informal y en una entrevista de trabajo, y de que tampoco los términos empleados para comunicarse con los amigos en el bar son recomendables en la defensa de una tesis doctoral. La riqueza de un idioma se mide entre otras cosas por su capacidad de ofrecer variantes diversas para cada circunstancia. De un tiempo a esta parte, sin embargo, se van rompiendo las barreras entre los distintos niveles de uso. Tan pronto encontramos un titular de prensa redactado en alegres términos de argot como oímos a un profesor que en sus clases combina la preceptiva jerga académica con giros y modismos decididamente vulgares. Hay quien cree que un taco soltado en mitad de una noticia radiofónica pone color al relato. En las cámaras parlamentarias suenan con frecuencia voces importadas de los graderíos. Y la Universidad ha abierto las puertas de sus aulas y sus departamentos a expresiones que antes sólo empleaba la gente del bronce. El coloquialismo ha ido penetrando en los registros científicos, en el habla culta, en la lengua del periodismo hablado y escrito e incluso en los usos administrativos. ¿Igualitarismo mal entendido? ¿Economía de medios? ¿Pura y simple ignorancia? Quién sabe. El hecho comprobado es que el idioma va perdiendo sus matices, y al hacerlo se priva de recursos para resolver situaciones diferentes al tiempo que engendra equívocos y malentendidos por doquier. Nos queda el consuelo de saber que a cambio dentro de poco todos rebuznaremos de forma semejante.
17 de octubre de 2009
ANTIGUAS PESETAS
8 de octubre de 2009
Magistral
6 de octubre de 2009
PATOLOGÍA
5 de octubre de 2009
Al límite
30 de septiembre de 2009
SEXTETE
Que a un conjunto de tres triunfos se le llame «triplete», pase. Si bien triplete es un término específico de la ciencia, se puede entender que sirva para designar un trío, o sea, un conjunto de tres cosas. La futbolingua se puede permitir estas y otras licencias. Pero ¿decir «sextete», teniendo ya una voz consagrada como «sexteto»? Si el fútbol es un arte como dicen, le cuadran las palabras musicales.
El neologismo no es una simple ocurrencia de hooligans. En la pensa y la televisión futboleras ya ha quedado acuñado. Hoy mismo, en el noticiario de sobremesa de La Cuatro, ese crisóstomo de las ondas que responde al nombre de Manolo Lama preguntaba al azulgrana Xavi: «Y este año, ¿se puede hacer el sextete?».
En cualquier caso, ya que el triplete (derivado de «triple», supongo) consiste en la suma de tres títulos, la colección de seis debiera ser un derivado similar de «séxtuplo». Es decir, «sextuplete».
24 de septiembre de 2009
*HINUNDACIONES
20 de septiembre de 2009
SINHOGARISMO
Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 19.9.09.
14 de septiembre de 2009
ACERCANZA
8 de septiembre de 2009
«SÍ O SÍ»
Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 5.9.09.
7 de septiembre de 2009
CHORIZO
COPAR
4 de septiembre de 2009
Hable bien
3 de septiembre de 2009
*MISERABILIDAD
El adjetivo miserable, advierte el Diccionario de María Moliner, «se usa como insulto muy violento». Pero esa energía desaparece y se convierte en ridiculez cuando tratamos de extenderla al terreno del sustantivo, quizá en la errónea idea de que daña más un hipersílabo inexistente que un término admitido pero de menor tamaño. La diputada Barkos podría haber dicho tranquilamente «canallada», «infamia», «mezquindad» o «vileza» sin salirse del acogedor espacio de los diccionarios. Pefirió «miserabilidad». Ella sabrá por qué.
31 de agosto de 2009
Cruzadas
27 de agosto de 2009
DANTESCO
26 de agosto de 2009
LA VERDAD ES QUE...
19 de agosto de 2009
3000 METROS HOSTIÁCULOS
La primera medalla española en los Campeonatos del mundo de atletismo la ha obtenido Marta Domínguez en los 3.000 metros obstáculos. Chapó, para ella y también para el gran Eliseo, que se ha dejado la piel en la final masculina de la misma prueba. Se trata de una especialidad extraña, ideada por alguna mente perversa, donde a veces ocurren aparatosos accidentes en un punto crucial: el paso de la ría. Justamente uno de estos percances impidió a Marta Domínguez subir al pódium en los Juegos Olímpicos de Pekín.
12 de agosto de 2009
ABSOLUTAMENTE
ZUM y BUM
Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 20.6.09.
6 de agosto de 2009
Depresión epistolar
Tras leer lo cual el profesor quedó sumido en un hondo abatimiento.
5 de agosto de 2009
PURO Y DURO
Hay a quien le gusta la literatura pura y dura y quien afirma que sólo bebe agua pura y dura. Cuidado con esta moda, que empieza a rozar el amaneramiento verbal cuando el énfasis no es está justificado por la semántica sino por el vicioso alargamiento y por el magnetismo de la rima. El castellano ya es proclive a las construcciones de este tipo. Abundan las fórmulas bimembres rimadas de larga tradición e indiscutible fuerza expresiva: «a trancas y barrancas», «por fas o por nefas», «a las duras y a las maduras», «sin oficio ni beneficio», e incluso en el caso de adjetivos, como en «mondo y lirondo» o cuando hablamos de dinero «contante y sonante». Así que «puro y duro» tiene abiertas las puertas en el registro de parejas de hecho del español, aunque no todo lo puro tenga que ser necesariamente duro sino al revés: porque puro también significa ‘sencillo, limpio, agradable o ameno’. Bien está la rima cuando refuerza el sentido, pero la poderosa tentación de la poesía también puede conducirnos a hablar -y ésta es otra locución rimada- sin ton ni son.
4 de agosto de 2009
CAFÉ BEBIDO
3 de agosto de 2009
«TE CUENTO»
Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 23.5.09.
30 de julio de 2009
LACRA
En un excelente post, Santiago González examina hoy otro de los tópicos en torno al terrorismo, cual es el uso extensivo e indiscriminado de la propia palabra «terrorismo» como metáfora de todo lo que daña, hiere o mata. «¿Podemos llamar terrorismo a todo crimen que nos resulte especialmente odioso?», se pregunta.
28 de julio de 2009
Hay nivel
*Envestida
27 de julio de 2009
TUNEAR
Publicado en el suplemento cultural 'Territorios', de El Correo, 3.5.09.
24 de julio de 2009
MALGASTO
Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 30.5.09.
23 de julio de 2009
ASCUAS
Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 18 abril 2009
21 de julio de 2009
LEGENDARIO
Pero hay otra acepción del término leyenda que lo identifica con la ‘persona o cosa admirada con exaltación’. Lo mismo que un ídolo, que un icono, que un ser modélico. En este sentido, no es exagerado considerar a Cronkite un periodista legendario. El exceso está en la reiteración del adjetivo, o dicho de otro modo: en el vaciado de la palabra convertida en tópico.
17 de julio de 2009
Llegan los becarios
11 de junio de 2009
Tramas y trabas
4 de junio de 2009
Un femenino sin sintaxis
«Entre los objetivos de Observatorio de Igualdad de Género de la Universidad de Zaragoza está la de garantizar la igualdad de trato a todas las personas que forman la comunidad universitaria, por esta razón desde lanzamos la Campaña “Nombrar en femenino es posible: ¡inténtalo!” Con la que queremos promover el uso del lenguaje inclusivo y no discriminatorio en toda la UZ»
29 de abril de 2009
Tristemente
Tan arduamente el mar,
Tan lenta y honda y largamente y tanto
Va creciendo sereno desde el fondo,
22 de abril de 2009
EXTASIADOS
21 de abril de 2009
Léxico móvil
La formidable expansión de los teléfonos móviles ha traído consigo cambios de diverso tipo, que afectan tanto a las relaciones personales como a los usos comunicativos. El idioma no es ajeno a ellos, y no sólo por las tan traídas y llevadas abreviaturas de SMS y su repercusión en la ortografía. Aparte de eso, la telefonía móvil está creando todo un amplio campo de términos al que cada día se incorporan otros nuevos. La propia denominación de los aparatos parte de una antonomasia según la cual el «móvil» no es cualquier objeto que se mueve, sino el terminal de teléfono. Pero tampoco es una denominación universal: en América los llaman «celulares», quizá con más propiedad. Móviles o celulares, llevan «politonos», sirven para hacer «una perdida», y cuando se estropean o dejan de funcionar por falta de carga decimos que se han «muerto». A estas y otras expresiones coloquiales se añaden voces más rebuscadas, bien en forma de tecnicismos, bien fruto de creaciones asociativas y figuradas de todo tipo. Valga como ejemplo «snaparazzi», que es como se empieza a conocer la práctica de tomar fotografías con el móvil, y también la persona que las hace. O «vergatario», nombre que ha dado Hugo Chávez al teléfono de precio económico que su Gobierno distribuye entre las capas más modestas de la población venezolana. Estos días, al hablar de las relaciones entre Obama y Zapatero, se difundió la noticia de que ambos se comunicaban privadamente a través de una línea «secrafónica», una especie de hilo directo a salvo de interferencias y de espionajes. Un léxico, pues, que crece en continuo movimiento, como no podía ser menos ya que hablamos de «móviles».
Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 11.4.2009.
ACORDE
«La previsión de los empresarios está de acorde con la del Gobierno»; «le fabricamos un mobiliario de acorde a sus exigencias»; «el juego del equipo no estuvo de acorde con la calidad de sus figuras»; «hace falta una ley de plazos de acorde con la situación particular de cada mujer»: son algunas muestras recogidas casi al azar de un uso tan extendido como equivocado de «acorde». Por alguna extraña razón, el adjetivo «acorde» (sinónimo culto de ‘conforme’ o ‘coincidente’) es encajado por la fuerza dentro de una construcción en la que se lo confunde con «acuerdo». Lo natural, lo sencillo es decir que una cosa está «de acuerdo con» otra cuando entre ambas existe alguna relación de armonía, unanimidad, dependencia o consecuencia. Es cierto que lo que «está de acuerdo con» (o «de acuerdo a», también válido aunque menos empleado) algo es a su vez «conforme» con ello. Podemos decir indistintamente que «todo marcha de acuerdo con lo previsto» y «todo marcha acorde con lo previsto»; pero obsérvese que el segundo caso no admite la preposición introductoria «de». Gramaticalmente hablando, «acuerdo» puede formar parte de una locución invariable («de acuerdo a» o «de acuerdo con») mientras que «acorde» no conoce otro empleo correcto que el propio de un adjetivo independiente. El idioma también sufre con estas pequeñas anomalías cuando dejan de ser un error circunstancial para convertirse en unas prácticas generalizadas. Y más si, como parece ocurrir en este caso, responden al afán decorativo y grandilocuente. No se habla con más musicalidad por el hecho de soltar «de acordes» a troche y moche.
Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 4.4.09.
16 de abril de 2009
FÉLIX, FELIS, FELI'S
2) Bar Felis. Lo mismo, pero orientado a una clientela más popular tal vez: