Es una tradición con la que los becarios cumplen estrictamente. Han de dejar alguna señal de su llegada a las redacciones, de su juvenil y desenfadada presencia veraniega, de la rica fomación lingüística adquirida en sus Facultades. He aquí un ejemplo.
(Público, 17 julio 2009)
3 comentarios:
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Hola. Te echábamos en falta (nunca mejor usado). ¡Cuánto tiempo visitando esta casa sin nuevas entradas! Nos alegramos de leerte de nuevo.
Saludos
Pues yo suelo pensar que cuando hay errores en las redaccioones es porque los titulares han tomado posesión de su cargo y la tropa que vela porque todo salga bien está de vacaciones.
Quienes están inseguros toman muchas precauciones y sus jefes también. Ahora que claro, hay jefes y jefes, y algunos van al trabajo aunque no peguen bola.
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