No se escandalicen. Es un nombre de marca. De marca de camisetas. Da la impresión de que los creadores utilizan a propósito el vulgarismo para aprovechar el impacto de la informalidad y el desenfado en su clientela potencial, se supone que juvenil. Leyes del naming. Queda por saber si los usuarios captarán el chiste o, por el contrario, en caso de tener éxito el producto se impondrá el metaplasmo cocreta entre las nuevas generaciones. Cosas más raras se han visto.