3 de agosto de 2006

*OSTENTÓREA

















Las curiosidades que uno encuentra en verano releyendo viejos libros. Ésta corresponde a 1983, mucho antes de que Gil al cuadrado se convirtiera en el hazmerreír de los bienhablantes por decir aquel disparate de «ostentóreo», que le acompañó hasta la tumba y ha quedado pegado a su nombre en la posteridad. Pues tuvo un precursor, y no era precisamente un don nadie. Premio para quien lo descubra.