7 de agosto de 2006

PARADISÍACA


Lugar: Gotemburgo (Suecia). Circunstancia: Campeonatos de Europa de atletismo. Protagonista: Joan Lino Martínez, inscrito en la prueba de salto de longitud.

Como dicen los reporteros del ramo, la actuación de Joan Lino es una incógnita. Aunque en condiciones normales salta bastante más allá de los ocho metros, el atleta ha pasado un año lesionado y no se sabe si a la hora de la verdad volverá a ser el que era. Pero él confía en sus posibilidades. Más aún: está como una moto. Eso ha dado a entender cuando le entrevistaban en la tele: «De no estar en forma, no habría venido a los campeonatos y estaría tomando el sol en una playa afrodisíaca».

Afrodisíaca, la playa. Vaya, vaya.

Joan Lino, a ver esos 7,95 que piden para pasar a la final. Los dioses no te concedieron el don de los epítetos, pero saltando eres un hacha. Plas, plas, plas, plas...

3 comentarios:

Ander Izagirre dijo...

Discrepo, maestro. No hay nada mejor que una playa afrodisíaca, sobre todo si eres un tío cachas que salta ocho metros. Seguro que Joan Lino sabía lo que decía.

Una vez escuché en la radio a uno que hablaba de comidas con poderes afroasiáticos.

José María Romera dijo...

Uyyy... Por los pelos. El pobre no ha pasado a la final por los pelos. Consuela suponer que a Joan Lino, expulsado por Apolo del estadio, Afrodita le estará esperando ahora con los brazos abiertos en alguna playa tropical.

Anónimo dijo...

Lo que es, es una exageración, sin más, porque el muchacho anda bastante apretadito de perras, sin equipo y sin espónsor, creo, sin haber ganado un euro al estar sin competir, y con la beca de la RFEA a punto de caerse. Que Joan Lino me parece que vive en Loeches o por ahí, que, vaya vaya, no tiene playa, en un pisito, y acordándose de cuando era un inmigrante que vivía a salto de mata.