31 de octubre de 2006

Nuestros clásicos


Aunque la costumbre está en declive, aún se sigue representando en estas fechas de difuntos el Don Juan Tenorio de Zorrilla. Y siguen recordándose algunos de sus versos que todo el mundo recita, en especial (exclusivamente, diría yo) el parlamento en que don Juan se dirige a doña Inés con estos sentidos versos:

¿No es verdad, ángel de amor
que en esta apartada orilla...

Pues bien, es una cita espuria. Eso no lo escribió Zorrilla, como puede comprobarse en el facsímil de la obra reproducido en la Biblioteca Virtual Cervantes. La gente sigue empecinada en decir «No es verdad» donde el dramaturgo puso «Ah, no es cierto». Para un verso que creíamos sabernos, y tenemos que citarlo mal.

30 de octubre de 2006

CABEZA VISIBLE

Por lo despejada y por lo espaciosa, la cabeza de Miguel Ángel Lotina, nuevo entrenador de la Real Sociedad, no estaría lejos de lo que se entiende por una «cabeza visible». Pero tal vez sea de mal gusto ponerlo en letras de molde. O quizá el redactor sólo pensó en la fórmula al uso sin reparar en que podía dar lugar a equívocos. Bien, el caso es que en uno de los primeros reportajes que le fueron dedicados al tomar las riendas del alicaído equipo donostiarra, el periodista escribió:

«Sé adónde vengo, cuál es la plantilla que hay y cómo está la situación. Nos jugamos el prestigio de la Real, que es más importante que el prestigio de Lotina». Con esta declaración de intenciones, el técnico vizcaíno quiso dejar claro que no eludirá su responsabilidad como cabeza visible del primer equipo. «No voy a mirar atrás ni a poner excusas, ni siquiera para la visita del Villarreal. No me gustan los entrenadores que cuando pierden un partido dicen 'mira lo que tenemos'». (Diario Vasco)

No es la primera vez que en San Sebastián se habla de «cabeza visible» con doble sentido. Dicen que el alcalde vitalicio de la ciudad, Odón Elorza, ha sido objeto de la broma en bastantes ocasiones. Basta ver una fotografía suya para entenderlo. Y para entender también el porqué de la buena fama que acompaña a las tradicionales boinas guipuzcoanas.

Cráneos aparte, merecen atención las declaraciones del técnico. Su coraje. Sus ideas claras acerca de cómo debe afrontarse la delicada situación del equipo en la tabla. Su sentido de la responsabilidad. Y es que, como dijo hace poco uno de sus ex-pupilos, el centrocampista de Osasuna Patxi Puñal, «cada míster tiene su librillo».

(Gracias a Ander)

EMOCIONALIZAR

Emitía la radio una tertulia entre servidores públicos, uno de los cuales se lamentaba de la actual tendencia a «emocionalizar» la política. Al poco rato, otro contertulio hablaba de «electoralizar» los debates. Una oyente envió entonces a la emisora un mensaje por correo electrónico quejándose amargamente de esos abusos léxicos que le habían sobresaltado tanto cuando estaba «desayunizando» que por poco se le «atragantiza» el cruasán. No le faltaba razón. En principio el sufijo «–izar» aporta un recurso sencillo y útil para formar verbos de acción a partir de nombres o adjetivos («idealizar», «enfatizar», «armonizar», «centralizar»). Pero el neoespañol de los medios de comunicación –especialmente los hablados- hace un empleo inmoderado de ese procedimiento derivativo, cosa en la que no le van a la zaga los lenguajes técnicos y científicos. Si un sociólogo llega a decir que los niños «se adultizan», un médico recomienda que ciertos pacientes sean «ambulatorizados» y una entidad bancaria ofrece ventajas a los clientes que quieran «aperturizar» nuevas cuentas, algo peligroso está ocurriendo en el idioma. ¿Hasta dónde llega lo correcto, hasta dónde lo lícito o lo razonable? No resulta fácil marcar límites al uso de una fórmula bastante práctica en ocasiones. Pero sí es notorio el delito cuando el engendro resultante de la sufijación («maximizar») reemplaza a un verbo más corto ya existente («aumentar», «agrandar») y lo hace por el simple prurito de estirar las palabras creyendo que así suenan mejor.

(Publicado en 'Juego de palabras', del suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 25.10.06).

29 de octubre de 2006

SANTIDAD

Hay una cierta lógica en el texto teniendo en cuenta las circunstancias del caso de esta mujer que parió una criatura sin saber que estaba embarazada. Después de dar a luz tras habérsele sido diagnosticada una menopausia precoz, ¿a qué instancia acudir, qué lugar más apropiado que una Consejería de Santidad para pedir explicaciones sobre el supuesto prodigio?

(En Noticias de Álava, 19.10.06)

26 de octubre de 2006

TÁPER


Pese a no haber sido acogido aún por los diccionarios, el vocablo «táper» ha hecho méritos sobrados para formar parte del léxico común castellano. Como es sabido, el táper designa un tipo de recipientes de plástico para transportar o conservar comidas. Son la versión moderna de las antiguas «fiambreras» o de las «tarteras», voces a las que «táper» ha ido desplazando poco a poco hasta hacerlas casi obsoletas. La palabra proviene del inglés «tupper» que a su vez es una reducción del nombre de marca «Tupperware» con que fue comercializado el objeto en Estados Unidos a mediados del siglo XX. Pero la marca «Tupperware» es un epónimo que nació a su vez del apellido de su inventor, Earl Silas Tupper, con lo que puede decirse que al ser abreviada hizo justicia genealógica aunque hoy nadie se acuerde de míster Tupper. En su lugar, muchos hispanohablantes asocian el término con la voz «tapa», por ser la tapa hermética una de las características distintivas del objeto. Sin embargo en el español escrito se sigue prefiriendo la grafía inglesa «tupper» (incluso semicastellanizada con tilde y un sola p: «túper»). Pero la expansión del término ha ido aún más lejos. Para dar a conocer sus productos, Earl Tupper recurrió a la fórmula de las reuniones domésticas en las que una de sus empleadas los presentaba a un grupo de amas de casa. Fue así como «tupper» se aplicó también a esta clase de encuentros, aunque variase el género: cosméticos, dulces, aparatos diversos. Y aún perdura; lo más reciente son los «tupersex» con muestras de artilugios eróticos. Lo dicho: «táper» debiera ingresar en los diccionarios.

(Publicado en 'Juego de palabras', del suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 18.10.06)

25 de octubre de 2006

INHUMAR


A primera vista algo no encaja en este titular. Si la cremación (o incineración) consiste en convertir un cadáver en cenizas, es evidente que hablamos de algo distinto de la inhumación (el acto de enterrar al cadáver, de ponerlo bajo tierra). Podría ocurrir que una parte de los incinerados sean también enterrados, pero no es a esos casos a los que se refiere la noticia.

Ahora bien, la cuestión es si debemos ser esclavos a perpetuidad de la razón etimológica. Los significados de las palabras evolucionan porque con elpaso del tiempo las costumbres también cambian. Cuando todos los muertos eran sepultados bajo tierra (en el humus) no había confusiones. Pero un día alguien inventó los nichos, donde también son enterrados los difuntos sin que ningún purista del idioma se lleve las manos a la cabeza. Así que por la misma razón tal vez pueda hablarse de «inhumaciones» aunque no haya tierra ni sepultura. Los diccionarios comunes no resuelven del todo la duda. Lo que sí está claro es que el español no dispone de un hiperónimo que englobe igualmente a «sepultar», «enterrar», «incinerar» (y, ya puestos, a embalsamar o a meter en formol un cuerpo). Ahí queda el interrogante: ¿es correcto o incorrecto llamar «inhumaciones» a las «cremaciones»?

(Portada de Diario de Navarra, 24 de octubre)

DISIMULAR


Aunque el cartel está colocado en Buenos Aires, también a los argentinos les ha sorprendido este uso del verbo «disimular». Quien me hace llegar la imagen -que se muestra en algún lugar de la red como ejemplo de incorrección manifiesta- agrega un comentario: «La ignorancia es muy atrevida». Porque, en efecto, da la impresión de que la empresa encargada de las obras pide a los perjudicados que miren para otra parte. Demasiado pedir. Demasiada desfachatez.

Pero ocurre que «disimular» significa entre otras cosas ‘tolerar, disculpar un desorden, afectando ignorarlo o no dándole importancia’ (DRAE) , o ‘ser indulgente con las faltas de alguien’ (María Moliner). Un empleo que puede inducir a confusión o provocar malentendidos, pero en modo alguno incorrecto. A veces sacamos defectos donde no los hay. Ciertamente: la ignorancia es atrevida.

24 de octubre de 2006

ESPINA VERTEBRAL


Ni «columna vertebral» ni «espina dorsal»: «espina vertebral».

Lo escribe Rosa Montero, hoy en El País, en la misma columna donde habla de «una información que enciende en mi cabeza una catarata de imágenes». Un incendio de cataratas, no sé... Y a pesar de eso no se puede decir que sea un mal artículo.

23 de octubre de 2006

"Redefinir el concepto"

Se celebra estos días en Huesca un festival de cierto interés que lleva el nombre de «Periferias». Aunque ya va por la séptima edición, el texto de presentación es muy parecido al que se utilizó la primera vez. Es una buena muestra del «dialecto de dinamizadores» empleado por los promotores culturales de nuestro país. Más humo que fuego, más culteranismo tópico que invitación a la cultura, más palabrería que sentido. Juzgue el lector y, si le gustan los pasatiempos, pruebe a consultar en cualquier buscador los giros y sintagmas que destaco en negritas. Se llevará alguna sorpresa:

«Periferias rehuye voluntariamente la concepción de “escaparate” propia de otros eventos culturales, para reivindicar la constitución de un foro que sirva de espacio de encuentro y debate, de colisión y conexión entre las diferentes visiones polarizadas de los agentes culturales más innovadores.

»En un tiempo en el que las fronteras entre las disciplinas artísticas aparecen cada vez más desdibujadas, y en el que, por otro lado, el exceso de festivales tiende a confundir al espectador, se hace necesario un esfuerzo imaginativo para redefinir el concepto de festival cultural que se ha venido utilizando hasta ahora, sobre todo en nuestro país. Pretendemos que Periferias actúe como motor creativo que ayude a dinamizar las estrategias de desarrollo artístico y cultural.

»Periferias es un festival de ideas, un evento articulado a partir de un tema central, que sirve de eje a toda su programación, lo que le confiere un carácter peculiar y único. No es nuestra intención dotar a Periferias de un cariz elitista, a pesar de su carácter inequívocamente vanguardista. Por el contrario, el festival tiene una dimensión lúdica y popular, al mismo tiempo que una vocación exploradora. Continúa siendo válido el lema que inspiró su primera edición: “una exploración de los nuevos espacios de creación”».

Amén.

22 de octubre de 2006

Ristra de carteles (I)

Antiguamente se guardaba cierto respeto al lenguaje escrito. Aunque la mayoría de la gente hablase manga por hombro, sin cuidar gran cosa sus expresiones orales, tenía muy presente el adagio de «verba volant, scripta manent». O sea, que las palabras pronunciadas se esfuman rápidamente pero lo grabado negro sobre blanco permanece durante largo tiempo y nos puede señalar con su dedo acusador. Ahora da la impresión de que esa conciencia se ha perdido. De que cualquiera escribe cualquier cosa sin prestar demasiada atención a lo que se pone ni a cómo lo hace. Los carteles, avisos y rótulos que encontramos cada día en la calle lo confirman. He aquí una pequeña muestra de escritos públicos cosechados estos días, parte de los cuales me la han facilitado atentos oteadores de la calle y de la red.



Está el rótulo metálico oficial que señala una plaza de Tenerife con la pintoresca denominación de «Corpus Christy», con esa grafía final que parece más propia de un hipocorístico pijo o una boutique de ropa de los años 60. O de un puticlú. Cicerón se habría llevado las manos a la cabeza al ver una expresión latina escrita con y griega.





O el establecimiento hostelero que educadamente informa de la ubicación de su entrada, dejando dos marcas sospechosas: el «gacias» (sic) de la cortesía final y la mosca posada sobre el cartel. Aparte de que no habría que fiarse de un restaurante que se come las letras, tampoco es muy estimulante pensar que esa mosca pueda acabar en tu plato de sopa.





Otro local, éste de la asociación DYA en Bilbao, en cuyo escaparate no se escriben incorrecciones pero quizá se peca de lo contrario: de lucimiento poético. Los encargados del letrero luminoso amenizan a los viandantes con el fruto de su dudoso estro: «Con niebla en el ambiente / hay que ser doblemente prudente», reza esta aleluya. Pero hay más. De hecho, una buena propuesta de ocio en días tontos puede ser acercarse a la Alameda de San Mamés e ir leyendo las estrofas cambiantes, todas ellas altamente instructivas. Porque, como se lee en otro de los avisos rimados, «Concienciar / al conductor / es función / de la asociación». Eso se llama deleitar aprovechando.


Las compañías telefónicas están que lo tiran. Es tan fuerte la competencia en el sector que no basta con ofrecer al cliente los clásicos servicios de siempre ni con abaratar las tarifas o el precio de los aparatos. Se necesitan soluciones más imaginativas en la línea de ésta de Ono: un «teléfono inhalámbrico». Para comunicarse por la nariz, se supone. La telefonía por inhalación puede ser el último grito en un mundo de las comunicaciones que no deja de sorprendernos con sus avances un día tras otro.





La fotografía fue sacada en Chile. Conviene aclararlo, porque en América está extendida la acepción de ‘tirar’ para el verbo «botar» (pero con B). De manera que no hay aquí crítica política sino solamente cierta tendencia a la subversión ortográfica.






Donde no existe error gramatical alguno es en esta indicación que ha colocado el ayuntamiento de Gijón por las calles de la ciudad. Tiene el encanto del ingenio verbal, si bien en este caso el acróstico no puede considerarse un prodigio de imaginación ni la palabra resultante agrada demasiado al olfato.







Y ante este otro huelgan comentarios. El concepto más rudimentario de artesanía llevado hasta sus últimas consecuencias.








(Gracias a
A., E. y JM.)




20 de octubre de 2006

*VANDALIZAR


Si es cierto que las invasiones bárbaras más terribles conocidas en la Península fueron las de suevos, vándalos y alanos, ¿por qué la mala fama quedó en exclusiva para los segundos? ¿Qué motivo hay para llamar vandalismo –y no *suevismo o *alanismo- a las acciones de los gamberros que destrozan el mobiliario urbano?

Pero la cosa va más lejos. Oz ha encontrado una noticia en El periódico de Aragón donde puede leerse el siguiente párrafo:

«La rotura de radares fijos está considerado un delito de daños que se castiga con hasta tres años de cárcel. La contundencia de la medida busca impedir que se inutilicen unos costosos de sistema de control (sic), pero lo cierto es que ya fueron vandalizados el pasado mes de junio, días antes de su estreno oficial».

«Vandalizar». Como si no hubiera verbos como «destruir», «arrasar» o «asaltar».

Más usos de la atrevida innovación verbal:
1, 2, 3, 4, 5.

Contestador


Llamas a un servicio técnico de reparaciones, y al otro lado del teléfono la voz grabada de un contestador automático desgrana la consabida retahíla kafkiana:

Está llamando Vd. a la empresa X. Si quiere ponerse en contacto:
- con el departamento de Compras, marque 1;
- con Pedidos, marque 2;
- con Mobiliario, marque 3;
- con Administración, marque 4;


y llegados a este punto, la voz añade:
- con Benito, marque 5.

Ni que decir tiene que uno ha marcado el número 5. Sonaba a salvavidas.

16 de octubre de 2006

"Carrel avilitado"


No se sabe qué es peor: si la doble audacia de ese «avilitados» o el empleo del anglicismo «carrel» (‘espacio individual de una biblioteca reservado a los investigadores o área para trabajos colectivos destinada a los grupos de estudiantes’). Pero hay que ser comprensivos y no cebarse en el débil: al fin y al cabo el cartel fue puesto en una universidad.

(Centro de Cálculo de la E.T.S.I. de Informática de la Universidad de La Laguna, Campus de Anchieta. Gracias a T.)

En el metro


Cuesta imaginar a un usuario montado encima del vagón. Pero por algo lo habrán puesto. Todo sea por la seguridad de los viajeros.

(Aviso en el metro de Nueva York. Gracias a Jose).

A DIOS ROGANDO


Una de las ventajas del refranero es que ampara por igual una verdad y la contraria («Quien hace un cesto, hace ciento» pero «Una golondrina no hace verano»). Los refranes constituyen un principio de autoridad ciertamente útil, puesto que a cada argumento («Al que madruga, Dios le ayuda») le proporciona su réplica («No por mucho madrugar amanece más temprano»). Pero más raro es que esas antítesis se den en un mismo proverbio, como ocurre con «A Dios rogando, y con el mazo dando». Perdido su origen en la noche de los tiempos, ha quedado hoy como expresión de la hipocresía, y especialmente de la de clérigos y frailes que de frente predican la virtud pero a espaldas actúan con mala fe. Esta interpretación, con ser la más extendida, no se ajusta sin embargo a la verdadera intención del refrán. Desde los primeros testimonios escritos que se conservan de él, allá por el siglo XVI, adquiere valor de consejo moral y no de crítica o censura. Viene a decir que cuando se persigue algo con verdadero empeño no basta con el buen propósito ni con la ayuda divina (es decir, no basta «rogar a Dios»), sino que el rezo ha de ir acompañado de la acción («dar con el mazo», o sea, poner empeño y esfuerzo). Así que no reprendemos el fariseísmo, sino la pereza, la resignación y el abandono. No ponemos de relieve la perversidad del falso virtuoso, sino la diligencia del trabajador. Como diría un creyente, hay que encomendarse a Dios, pero no hay que encomendar a Dios la solución de nuestros problemas. Amén.

(Publicado en ‘Juego de palabras’, del suplemento cultural ‘Territorios’ de El Correo, 11.10.06).

15 de octubre de 2006

PERIODISTA


En otro tiempo hubiera parecido una broma de mal gusto. Ahora no resulta tan sorprendente encontrarse con la palabra «periodista» en un anuncio de la sección de contactos. Y tampoco son extraordinarias las medidas corporales que se indican en él: los indeseables emboscados en la profesión, lejos de avergonzarse de sus embustes, sus paranoias, sus insultos y sus provocaciones, lo que suelen hacer es sacar pecho.

(Anuncio publicado en El Correo, 14.10.06).

13 de octubre de 2006

TAS


De esta forma tan inusual invita la directora de la Biblioteca Nacional a asistir a una conferencia de Jordi Sevilla, ministro de Administraciones Públicas. La tarjeta es un detalle original pero no caprichoso: el humorista Forges, autor de la viñeta, presentará el acto en su calidad de «funcionario excedente». El título de la conferencia, «Función y funcionamiento de los funcionarios españoles» (lunes 23 de octubre, 19 horas, Salón de Actos de la Biblioteca), da pie a esperar una disertación jocosa, lo cual justifica por partida doble la colaboración del humorista. Y también dice algo bueno de un ministro capaz de reírse de sí mismo y de sus funcionarios.

Ortografía de supervivencia


El Día de la Hispanidad debería conmemorar no sólo gestas históricas, sino pequeñas historias de supervivencia como la que se adivina tras la torturada escritura de este cartel.

(Anuncio en el barrio de San Juan, de Pamplona, 12 de octubre de 2006)

12 de octubre de 2006

IMPACTOS DE *VALA


¿Pueda hablarse indistintamente de «balazos» y de «impactos de bala» para referirse a la causa de una muerte? No estoy muy seguro. Lo que sí parece evidente es que las «valas» no matan a nadie.

10 de octubre de 2006

"CAMBIO DE GÉNERO"


De los estragos del lenguaje políticamente correcto. Tanto empeño por imponer expresiones como «políticas de género», «identidad de género» o incluso «violencia de género» (todas ellas discutibles, pero casi siempre con algún argumento a su favor) acaba derivando en soluciones grotescas como la de llamar «cambio de género» a lo que es un «cambio de sexo» (por eso se habla de transexualidad y no de «transgeneralidad», pero mejor que no demos ideas). El cambio de género es una operación sumamente sencilla donde a menudo sólo entran en juego los morfemas. El cambio de sexo es otra clase de operación que afecta a partes más sensibles y que –ésta sí- comporta riesgos físicos y psicológicos como acertadamente dice el titular de consumer.es.

Una frase para la historia

Yanke, go home.

(Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid)

9 de octubre de 2006

CICLABILIDAD


Algunas expresiones encontradas en una noticia del día:

Ciclabilidad no es la habilidad para andar en monociclo.

Movilidad sostenible no es la capacidad de desplazarse en vehículos de dos ruedas sin caer al suelo.

Un Plan Director de la Bicicleta no es la agenda de trabajo de Eusebio Unzué.

Un diagnóstico de la movilidad ciclista no tiene nada que ver con los médicos que andan en bici.

A la vista de toda esta complicada jerigonza sobre ruedas, uno empieza a dudar de que el uso de la bicicleta nos vaya a hacer la vida más sencilla.

EL PROTA DE LA PELI


El chiste es viejo:

- Toda la vida aprendiendo a decir pinícula y ahora resulta que se dice flin.

Pues ya no, eso era antes. Ahora lo que verdaderamente se dice es peli. Bien abreviado. Nada de película, ni largometraje, ni film: hay que decir peli. Por lo menos así lo hacen los cinéfilos más puestos y la propia gente del celuloide nacional. Tal vez eso explique el porqué de tanta comedia pueril en nuestras pantallas. Cada vez que oigo hablar del «prota de la peli», el nivel más alto que consigo imaginar es el de alguien como Antonio Resines, Ana Obregón o Juanjo Puigcorbé. Eso, y una sala con ruido de palomitas.

CIRCUNCIDAR


No hace falta haber leído Moby Dick para saber que el léxico de la navegación es extraordinariamente rico en matices. Pero no sé si el verbo circuncidar tal como se usa aquí forma parte también del vocabulario de la marinería. De manera que Phileas Fogg se lanza a «circuncidar la tierra en corto tiempo». Creo que lo que Julio Verne quiso contar no fue precisamente tamaña intervención quirúrgica.

NEGRO SOBRE BLANCO


Poner una cosa «negro sobre blanco» es lo mismo que ponerla por escrito. Se entiende que la tinta de pluma o de imprenta tiene normalmente color negro, mientras que es blanco el papel sobre el que se escribe o donde quedan impresas las letras que componen un texto. La locución, traducida del francés «noir sur blanc», es en español mucho más reciente de lo que pudiera creerse; hace diez o quince años sólo la empleaban unos pocos escritores y en contadas ocasiones.

Hoy es de uso común. Tal vez en su popularización pudo influir un espacio televisivo dedicado a los libros y conducido por Fernando Sánchez Dragó, quien dio en ponerle precisamente ese título como una forma de homenaje a las letras. En cualquier caso, el significado de la expresión es fácilmente reconocible y, por tanto, no tendría que plantear ningún problema de significado ni de uso. Pero he aquí que muchos acostumbran a invertir los términos y hablan de «poner blanco sobre negro», quizá por enfatizar la idea de claridad que se les supone a las ideas cuando son plasmadas en la escritura. Ciertamente el blanco está más cercano a la noción de ‘claro’ que lo negro (es decir, lo oscuro y tenebroso). Pero casi nadie escribe sobre superficies negras, exceptuando a los maestros cuando lo hacen en las pizarras (cuyo color, por otra parte, dejó de ser negro hace tiempo; así que en propiedad habría que decir «blanco sobre verde»). De modo que dejémoslo en «negro sobre blanco» para no crear confusión donde no debiera haberla.

(Publicado en 'Juego de palabras', del suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 4.10.06)

5 de octubre de 2006

Seceo, ceseo


Se pueden cometer errores por ceceo o por seseo, pero hacer las dos cosas al mismo tiempo es habilidad de mucho y difícil mérito. En Bilbao tenía que ser.

(Aunque hay virus que se propagan con asombrosa facilidad: también ocurre en Madrid).

(Gracias a LMO)

4 de octubre de 2006

"ADOLECER DE PEGADA"


Es sabido que el lenguaje del periodismo deportivo es prácticamente una lengua aparte. Como la de los antiguos sacerdotes del templo, que se tomaban licencias retóricas a otros prohibidas. He aquí una de las más frecuentes: el verbo «adolecer» (pecar de algo, generalmente por exceso) empleado como sinónimo de «carecer». En un vistazo rápido por periódicos del pasado mes de septiembre he encontrado frases de este tenor:

«El equipo adoleció de ambición ante Bruesa»
«El equipo adoleció de banda izquierda»
«El encuentro adoleció de calidad futbolística»
«El Córdoba adoleció de ambición»
«Atlético Uruguay adoleció de jugadores desequilibrantes»
«El Avilés adoleció de capacidad de mando y seguridad»
«El conjunto de Javier Aguirre adoleció de imaginación»

Pero lo más llamativo ha sido que, en medio de este florilegio de adolescencias, resplandecía con luz propia un complemento del verbo muy concreto: «pegada». Por alguna extraña razón, de lo que más necesitados se deben de hallar futbolistas, aleros y pelotaris es de pegada. Renuncio a descifrar el significado exacto de «adolecer de pegada», pero dejo constancia de que se repite con rara insistencia tal como muestran estos textos recortados de sitios diversos:


Lengua aparte, desde luego. Pero para echarles de comer aparte.

3 de octubre de 2006

'MEDIACIÓN LECTORA'


No nos mofemos de los tecnicismos de las ciencias humanas: muchas veces reflejan conceptos nuevos que requieren palabras también nuevas. Aunque un servidor preferiría hablar de «mediación en la lectura», la noción de «mediación lectora» bien entendida remite a las teorías de Vigotsky acerca del aprendizaje. Para no meternos en jardines, digamos que se trata de sustituir la idea de profesor-transmisor por la de profesor-intermediario. Intermediario entre el libro y el lector-estudiante, en este caso.

Sospecho, sin embargo, que los promotores del curso organizado por la prestigiosa Universidad de Deusto han tomado la «mediación lectora» en un sentido algo más elástico. Lo suficientemente laxo para englobar ‘todo lo que esté en medio’: entre el autor de un libro y su lector están los editores, los distribuidores, los libreros, los bibliotecarios, los papás y las mamás y los cuñados sabiondos que todas las navidades se empeñan en regalarnos lo último de Auster. No sé si Vigotsky aprobaría tal sobrecarga de mediaciones.

Pero ya digo que es simplemente una sospecha. Tal vez me equivoque. Vean ustedes mismos el programa y juzguen por su cuenta. En donde estoy seguro de acertar es en la penosa impresión que causa la prosa del anuncio: comas que faltan, gerundios de posterioridad, preposiciones omitidas, giros galicistas, desdeísmos, errores gramaticales, y todo ello trufado de una palabrería del más acendrado bullshit. No es la mejor credencial para un curso sobre lectura. Alguien debería ofrecer a los responsables del curso o de su presentación otro curso previo de mediación redactora.

2 de octubre de 2006

ALTO EL FUEGO


«Alto» es una exclamación imperativa para ordenar la interrupción de un movimiento (de 'Halt'), y es también un adjetivo indicador de una larga dimensión en vertical (de 'Altus'). La homonimia puede dar resultados contradictorios y sarcásticos, como expresa esta aguda viñeta de Ripa, en la página de la fundación Para la Libertad.

1 de octubre de 2006

CAPULLO


Nunca un nombre artístico estuvo tan bien puesto.

En el Diccionario de uso del español, de María Moliner:
Capullo. 8. Hombre de malas intenciones.

(La noticia, en El Mundo, ed. digital, 1.10.06)