30 de enero de 2008

MADRID, ESCALA RÉAUMUR


Eso es empezar una novela con buen pie. Espantando al lector que desconozca las equivalencias entre escalas termométricas. Pero, más aún, haciendo crujir la sintaxis con una construcción que leída literalmente obliga a pensar no en la temperatura ambiente, sino en un «Madrid escala Réaumur» distinto del Madrid Celsius y del Madrid Fahrenheit. En efecto, hasta ahora nadie lo había contado así.

«Ocho grados Réaumur» son más o menos diez grados centígrados. Para un 2 de mayo a las siete de la mañana, normal tirando a fresquito. El día perfecto para levantarse en armas.

6 comentarios:

Evil Preacher dijo...

Sin duda con esa alusión a la escala de temperaturas propia de la época y de los franceses pretende el autor meternos en el ambiente: lástima que no haya situado la acción dándonos la longitud, pero no medida desde el meridiano de Greenwich, sino desde el meridiano de París.

Anónimo dijo...

José María, me encanta tu página y suelo leer tus comentarios. Sobre todo los que se relacionan con los errores que cometemos los periodistas. Pero hoy debo decirte que no estoy -del todo- de acuerdo contigo.
El español/castellano permite estas alteraciones sintácticas sin que la mente nos lleve a despedazar de este modo el significado. Y si no, prueba con la primera oración de tu entrada de hoy: "Eso es empezar una novela con buen pie". ¿La novela tiene buen pie?
Hay incorreccíones que claman al cielo, pero también hay construcciones que el idioma permite y el habla transmite sin mayor problema hasta fijarlas como correctas.

José María Romera dijo...

Félix, con tu permiso ahí va un poco de pedantería gramatical para no perder las mejores costumbres de esta bitácora:

Es cierto que en español el orden de los elementos oracionales es muy flexible. Pero en este caso hablamos de un tipo de complemento que no admite alegrías. Al prescindir de la preposición ("ocho grados, [según la] escala Réaumur") es preceptivo mantener la inmediatez de los sintagmas para evitar confusiones. Es cierto que la escala Réaumur no vale para las ciudades, sino sólo para las temperaturas, y por tanto la ambigüedad queda excluida. Pero eso no quita para que la construcción suene mal al oído.
¿Escribiría alguien "ocho grados en los termómetros de Madrid, Celsius"?

Un saludo

Anónimo dijo...

"El hijo había denunciado la situación de maltrato en la que vivía su madre en el juzgado de Guadalajara" (El País digital, 4 febrero 2008)

Otro ejemplo de orden anómalo de los complementos.

Un saludo

odradek dijo...

podría recomendarme un puñado de novelas escritas con una gramaticalidad impecable?
hace tiempo que no doy con algo así en los páramos de la literatura contemporánea

odradek dijo...

y otra cosa: me gustaría leer un post en su inimitable estilo sobre esa aberración moderna de anteponer la negación no a los sustantivos más insospechados: la no visita del autor, la no victoria del líder, la no presencia del diputado, etc...

yo creo que es una idiota extrapolación al sustantivo de la norma gramatical inglesa que al parecer permite crear adjetivos anteponiendo el adverbio no con guión o sin guión al adjetivo de partida.