19 de abril de 2010
SOCIOLÓGICO, ANTROPOLÓGICO
Lo del «experimento sociológico» era, más que una definición eufemística, un ardid verbal para ennoblecer lo intolerable. Si en algún momento llegó a colar fue debido a ese raro efecto de seriedad que causan entre la gente cateta los vocablos que reúnen dos características al mismo tiempo: esdrújulos y polisílabos. Su significado era lo de menos. Es normal que ahora la presentadora, crecida sobre su pedestal de basura, dé otro pasito en el camino de la jactancia y avance de lo «sociológico» a lo «antropológico». No se llamen a engaño. No hay aquí un debate disciplinar de ciencias humanas comparadas. Antropológico supera a sociológico por la sencilla razón de que la palabra tiene una sílaba más. Pero lo cierto es que Milá se ha quedado corta. Lo suyo no es sociológico ni antropológico; es pura y simplemente escatológico.
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3 comentarios:
Aquí "antropológico" debe provenir de "antro", que ahí se realiza el tal experimento.
Muy bueno, la aguja. Eso es etimología de la buena.
"ese raro efecto de seriedad que causan entre la gente cateta los vocablos que reúnen dos características al mismo tiempo: esdrújulos y polisílabos"
A nosotros, los cultivados, sólo nos sorprenden los esdrújulos cuando a la vez son monosílabos.
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