31 de enero de 2012

EXPRESOS


A partir de la Ortografía de 2010, la norma sobre la escritura de prefijos establece con carácter general que estos «deben escribirse siempre soldados gráficamente a la base a la que afectan». Así pues, lo correcto es escribir «antiniebla» y no «anti-niebla», «pronuclear» y no «pro nuclear» y «superamable» y no «súper amable». En ese sentido corrige las ambiguas y algo imprecisas orientaciones anteriores, que en unos casos proponían la unión del prefijo y el lexema, mientras que en otros recomendaban el uso del guion ­(«guion» ahora sin tilde, recuérdese) o la separación con espacio intermedio. No obstante, sigue habiendo excepciones. Cuando la base es un nombre propio (que, por tanto, lleva mayúscula inicial), entre esta y el prefijo ha de colocarse el guion: «anti-Barça»; lo mismo ocurre si la base es un número escrito en cifras: «sub-23». Si la base no es univerbal sino que está formada por dos palabras independientes, detrás del prefijo se abre un espacio separador («vice primer ministro» y no «viceprimer ministro»). El prefijo «ex» no escapa a esta regulación, pese a que algunos pretenden aplicarle un régimen ortográfico singular, justificado tal vez por el hecho de que la vieja norma imponía su escritura separada («ex presidente», «ex compañero», «ex jugador»). De modo que la persona que ha salido de la cárcel ya no es un «ex-preso» ni un «ex preso», sino un «expreso». No atina esta vez la Fundéu al tratar de dar bula al término y recomendar el uso del guion («ex-preso») para evitar la homonimia con el tren «expreso» y tal vez el café «expreso». En castellano hay homónimos y homógrafos a miles, y el hablante se ha acostumbrado a manejarlos sin el menor problema. 



1 comentario:

Anónimo dijo...

Tus artìculos son magnificos -especie para quien estudia Espanol como lengua extranjera.

Saludos de Italia.
P.