A
partir de la Ortografía de 2010, la norma sobre la escritura de prefijos
establece con carácter general que estos «deben escribirse siempre soldados
gráficamente a la base a la que afectan». Así pues, lo correcto es escribir
«antiniebla» y no «anti-niebla», «pronuclear» y no «pro nuclear» y
«superamable» y no «súper amable». En ese sentido corrige las ambiguas y algo
imprecisas orientaciones anteriores, que en unos casos proponían la unión del
prefijo y el lexema, mientras que en otros recomendaban el uso del guion («guion»
ahora sin tilde, recuérdese) o la separación con espacio intermedio. No
obstante, sigue habiendo excepciones. Cuando la base es un nombre propio (que,
por tanto, lleva mayúscula inicial), entre esta y el prefijo ha de colocarse el
guion: «anti-Barça»; lo mismo ocurre si la base es un número escrito en cifras:
«sub-23». Si la base no es univerbal sino que está formada por dos palabras
independientes, detrás del prefijo se abre un espacio separador («vice primer
ministro» y no «viceprimer ministro»). El prefijo «ex» no escapa a esta
regulación, pese a que algunos pretenden aplicarle un régimen ortográfico
singular, justificado tal vez por el hecho de que la vieja norma imponía su
escritura separada («ex presidente», «ex compañero», «ex jugador»). De modo que
la persona que ha salido de la cárcel ya no es un «ex-preso» ni un «ex preso»,
sino un «expreso». No atina esta vez la Fundéu al tratar de dar bula al término
y recomendar el uso del guion («ex-preso») para evitar la homonimia con el tren
«expreso» y tal vez el café «expreso». En castellano hay homónimos y homógrafos
a miles, y el hablante se ha acostumbrado a manejarlos sin el menor
problema.
1 comentario:
Tus artìculos son magnificos -especie para quien estudia Espanol como lengua extranjera.
Saludos de Italia.
P.
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