El sitio de la Academia Salvadoreña de la Lengua está presidido por un señorial escudo con la leyenda In principio erat verbum. Eso, en principio. Porque luego, conforme uno husmea en sus páginas, llega a este «Catálogo de los libros en existencia en la biblioteca» que, por arte de magia acentual, se convierte en «Catalogó (sic)». Vale, una confusión la tiene cualquier Academia. Pero es el caso que, apenas empezada la relación de obras, entre los títulos consignados puede encontrarse un peculiar «Esbozó (sic) de una nueva gramática...». El habla salvadoreña tiene sus expresiones propias, aunque entre ellas no figura, que se sepa, la tendencia a convertir en agudas las palabras llanas y las esdrújulas. Pero si así lo escribe la Academia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario