26 de marzo de 2008

El guionista conversador


«El placer que se siente al vaciarse de palabras lo he experimentado hasta el límite en esta conversación con Rafael Azcona. Raramente se produce el caso de un gran creador que resulte igual de imaginativo, divertido y sorprendente en sus escritos que en sus diálogos de sobremesa. Un ejemplo estelar es Rafael Azcona. Te lo encuentras cruzando un semáforo y te dice cualquier cosa improvisada que serviría para un magnífico guión, pero él la suelta como si nada, la lanza al viento y se larga».

(Manuel Vicent, en Memorias de sobremesa. Conversaciones de Ángel S. Harguindey con Rafael Azcona y Manuel Vicent. Madrid, Aguilar, 1998). En la foto, los tres conversadores.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vicent vuelve a la misma idea hoy en su nota necrológica de "El País":

"Una sobremesa con Azcona era uno de esos lujos maravillosos y sencillos por el que se podía pagar una entrada en taquilla. Tenía la mejor receta de cocina: ninguna comida es pesada ni da acidez. Los pesados e indigestos son algunos comensales. Una sobremesa llena de ingenio, de imaginación y buen sentido, rodeado de amigos es siempre lo mejor para una digestión feliz aunque te hayas comido una rueda de tren. Regalaba el talento en el restaurante y también cruzando un paso de cebra porque era un creador a tiempo completo, imaginativo, divertido, superdotado para descubrir el lado inesperado y sorprendente del hecho fabuloso de estar vivo, pero al que había que desollar antes de que soltara un lugar común".

thoatulou dijo...

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