19 de diciembre de 2006

VAMPIROS


Lo han contado en la radio. Ocurre que a los jugadores del Villarreal les han visitado los médicos federativos para someterlos a un control antidopaje. Y el periodista de la SER que daba la noticia se ha referido a los galenos como «vampiros». La expresión ya es de uso común. Se les empezó a llamar así cuando, en el Tour de Francia, entraban por sorpresa en las habitaciones de los ciclistas al punto de la mañana. El símil de los vampiros estaba doblemente justificado: les extraían sangre y lo hacían sin muchas contemplaciones. Pero tengo entendido que en el fútbol los controles son mucho menos traumáticos. Un frasquito de pis y asunto concluido. Hay motivos para dudar del acierto metafórico de «vampiros» cuando no hay sangre por medio, sino sólo orina. Al lado de los análisis a los que se somete a los ciclistas, éstos de los futbolistas son unos controles de chicha y nabo —dicho sea sin dobles sentidos—.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, ya, sin dobles sentidos.

¡Y yo soy Bela Lugosi!

Ander Izagirre dijo...

Constato, desolado, que llevo un buen rato dándole vueltas a una denominación ingeniosilla para el equivalente urinario de los vampiros y sólo se me ocurre sacapises.

Anónimo dijo...

Pues no, en realidad los controles buenos, los recomendados, son los de orina. Lo que sucede es que son mucho más difíciles y costosos de analizar y también de realizar. Para empezar, porque nunca se sabe lo que va a tardar el interfecto en mear los 70cm3 que se necesitan, y menos después de un esfuerzo físico con mucho sudor. Una vez estuve cuatro horas esperando, y eso son perras que hay que pagar al médico que lo hace, instalación ad hoc, envases especiales que hay que romper para abrir, y correo urgente y en mano. Mucho gasto. A veces equivale a perder un tren o un avión, o a tener que hacer noche de forma imprevista.
El equivalente urinario de los vampiros ya está sacado, no es tan novelero ni ingenioso, pero sí muy gráfico: "los del orinal".

Ander Izagirre dijo...

¿Los controles de orina son los buenos? Será depende de lo que quieras buscar, ¿no? Me imagino, por ejemplo, que las autotransfusiones y los dopajes con epo sólo se pueden detectar con controles sanguíneos.

Mi dopado favorito es Vicente Blanco, "El Cojo", un bilbaíno que en 1910 fue en bici desde el Bocho hasta París para salir en el Tour. En las carreras locales se dopaba con bacalao: era tan fanfarrón que en la salida anunciaba a todos los rivales que haría los 300 o 400 kilómetros de carrera sin comer bocado, y luego sus amigos le escondían cazuelas de bacalao en algunos puntos del recorrido.