13 de diciembre de 2010

'HACKTIVISMO'


Cada acontecimiento trae consigo una nueva palabra, ya se trate de «tsunami» cuando las olas del mar han arrasado los litorales asiáticos, ya de los «ERE» cuya amenaza sobrevuela fábricas y plantas de producción. Nuestro vocabulario no se nutre solo de términos aprendidos en el deambular vital, en hogar o en la escuela. Lo van enriqueciendo también el curso de la historia y sus sobresaltos, y más cuando entran en juego los adelantos técnicos. Es el caso de «hacktivismo», un neologismo formado por el cruce del cuerpo léxico de «hacker» y el de «activismo», favorecido por la similitud fonética del inicio de ambos. Aunque ya estaba instalado en algunas jergas, se ha empezado a oír más ampliamente a raíz del fenómeno Wikileaks. Un intruso («hacker», es decir, 'pirata') accede a una información reservada mediante la manipulación de sistemas informáticos y emplea esa información con fines políticos. Es, pues, un «activista». Para unos, un «ciberterrorista»; en cambio otros lo considerarán un benefactor de la humanidad. Es esta última la acepción más extendida del término «activista». El Diccionario, que hasta ahora lo definía como «agitador político, miembro que en un grupo o partido interviene activamente en la propaganda o practica la acción directa», registrará en la próxima edición un sentido más favorable: «militante de un movimiento social, de una organización sindical o de un partido político que interviene activamente en la propaganda y el proselitismo de sus ideas». Tecnología, política y espionaje forman un triángulo complicado. De momento, los «hacktivistas» o «hactivistas» se han colocado en su centro. Veremos cuánto tiempo permanecen ahí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Hacker = intruso?
¿Hacker = pirata?
¿Gusto por los coches = kamikaze de carril contrario?

JMR dijo...

Más o menos, amigo Anónimo, más o menos.