La inercia a la hora de titular las noticias lleva a estas curiosas situaciones. Resulta que en el atentado de Boston ha habido tres
muertos. Se sabe quiénes han sido dos de ellos pero no así la tercera, por
deseo de sus familiares. Dicho de otro modo, conocemos dos nombres y nos falta
por saber otro. ¿Por qué, entonces, escribir «Martin, Krystle y una estudiante
china, nombres (sic) de la tragedia»? Las víctimas tienen nombre, sin duda, pero la palabra nombre no es sinónimo de la palabra víctima. Algo hemos hecho mal, a no ser que admitamos «Estudiante China» como nombre de pila. Casos más raros se han visto en las pilas bautismales.