Recuerda que ni siquiera Cervantes se libró de caer en las redundancias. ¿Acaso hay mendrugos que no sean de pan?
3 comentarios:
Adolfo Ipiña
dijo...
Pues, ciertamente, los hay: ¿qué son, sino mendrugos, esos locutores que, narrando (con verborragia que provoca dolor de cabeza) lo que acontece en un partido de fútbol, dicen que el balón (bueno, ellos suelen decir siempre pelota o incluso bola) se encuentra -juro que lo dicen- en la línea "medular"?; ¿qué son, sino mendrugos, esos locutores que acostumbran a ponerle al telediario "el punto y final"? Mendrugo hay que ser para ignorar que "medular" es un adjetivo que hace referencia a la médula (por lo que en los campos de fútbol no puede haber ninguna línea medular), y para ignorar que no se pone "el punto y final", sino el "punto final" (sintagma este en el que "final" es un adjetivo que califica al sustantivo "punto").
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Pues, ciertamente, los hay: ¿qué son, sino mendrugos, esos locutores que, narrando (con verborragia que provoca dolor de cabeza) lo que acontece en un partido de fútbol, dicen que el balón (bueno, ellos suelen decir siempre pelota o incluso bola) se encuentra -juro que lo dicen- en la línea "medular"?; ¿qué son, sino mendrugos, esos locutores que acostumbran a ponerle al telediario "el punto y final"?
Mendrugo hay que ser para ignorar que "medular" es un adjetivo que hace referencia a la médula (por lo que en los campos de fútbol no puede haber ninguna línea medular), y para ignorar que no se pone "el punto y final", sino el "punto final" (sintagma este en el que "final" es un adjetivo que califica al sustantivo "punto").
Ah, la futbolingua. Sí, estamos rodeados de mendrugos que la cultivan. Si Cervantes levantara la cabeza...
Yo diría que se lo perdonemos, porque suele decirse siempre "mendrugo de pan" aunque no los haya de otra cosa.
Se me ocurrió buscarlo en el Diccionario de Autoridades, de 1734, y las dos citas que dan son así: "mendrugo de pan".
Un saludo,
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