17 de noviembre de 2008

PEÑA


Una peña, además de un trozo de roca, es un grupo de grupo de personas. No un grupo cualquiera, sino una asociación fundada para realizar determinadas actividades. Hay peñas formadas por seguidores de equipos de fútbol o por devotos de un jugador concreto, como las hay de ‘fans’ de determinados cantantes. Otras peñas vienen de lo que antaño se llamaban «círculos» o «sociedades» de carácter recreativo, desde las que amenizan las fiestas patronales a lo largo y ancho de la piel de toro hasta aquellas otras cuyos socios matan el rato dándole al naipe, u organizan tómbolas de caridad, o hacen quinielas. Aunque el término tiende a desaparecer en favor de otras denominaciones más modernas, sigue conservando este uso. Pero recientemente se ha venido a añadir a él otro nuevo, de significado más amplio: el de «peña» como sinónimo de «gente». «La peña está descontenta con la situación económica» o «en el concierto había mucha peña», son expresiones desenfadadas donde «la peña» ocupa el lugar que hasta hace poco tiempo hubiera ocupado «el personal», ya de capa caída. Suele decirse que las jergas juveniles huyen del idioma de sus mayores y crean registros alternativos dictados por la rebeldía, la transgresión y la novedad. No es del todo cierto, al menos en esta «peña» tomada del castellano más común. Incluso es posible que dentro de poco la «peña» que perdure no sea la primera, la que rivaliza con club, sociedad, agrupación, equipo y otros nombres colectivos similares, sino la más nueva, tan instalada ya en el habla que hasta aparece en situaciones nada informales y pronunciada por gente culta. Por peña respetable. Por mucha peña instruida.

Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 8.11.08.

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