Al ministro Fernández Bermejo no le concedieron los dioses el don del verso, ni tampoco el sentido de la oportunidad. Pero a cambio le colmaron de audacia, a juzgar por el acto de osadía poética que protagonizó ayer en el Senado al versificar su reflexión sobre los resultados electorales con esta singular pieza sin desperdicio:
Bonita foto en Madrid;
hayan bien los triunfadores,
mas trasvasar resultados
más allá de aquesta lid,
a fuer de audacia y desliz,
es contar mal lo contado,
y se vuelve en un pas pis
contra quien aquí ha ganado,
y habiendo perdido allí
resultará derrotado
al final aquí y allí.
Esperemos que cuando se trate de impartir justicia el ministro sea más clemente con la humanidad que lo que ha sido con la literatura.
3 comentarios:
Aprendí que las carreteras patagónicas son de ripio (tercera acepción en el DRAE: piedrecita o guijarro que se usa para pavimentar; supongo que la primera acepción vendrá de un uso metafórico de esta tercera; y si no viene de ahí, podría haber venido perfectamente).
Lo de Bermejo no son ripios, son pedradas.
!qué pena! es que da pena...
Al contrario, pienso que debería cundir el ejemplo que de la práctica vendrá la maestría.
saludos
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