10 de julio de 2006

Desorden de haches


A Miguel Mihura –el ilustre comediógrafo- y a Eduardo Miura –el temido ganadero de toros- no les unen lazos de sangre. Sus apellidos suenan igual, pero se escriben de manera distinta. Hay que reconocer, sin embargo, que esa hache indebidamente encajada en el nombre de las reses concuerda bien con su legendaria imagen terrorífica. Parece que les aumenta el tamaño de las astas, ya de por sí impresionante. El que debía de estar muy impresionado después de ver el encierro de los miuras -no Mihuras- era el redactor de esta noticia pues, aparte de ponerles esa hache afilada como un cuerno y esa mayúscula también puntiaguda, escribió «abdómen» con una tilde que parece una cornada.

Unos ponen haches y otros las quitan:


En la siempre interesante bitácora de José Antonio Millán se puede leer este texto donde «deshecho» ha perdido su preceptiva h intercalada. Hasta el mejor escribano deja caer un borrón.

Y es que no sé qué pasa pero las haches andan últimamente un poco enloquecidas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En El Heraldo también les ponúan la h a los toros:
http://www.heraldo.es/heraldo.html?noticia=170660