Van en aumento los defectos relacionados con las concordancias de género y número. Algunos deben mirarse con indulgencia, pues derivan de la excepcionalidad de las normas. Se comprende, por ejemplo, que el estudiante —no tanto el profesor— diga «este aula» por analogía con «el aula», o que por efecto de una parecida atribución errónea del masculino se construyan sintagmas como «otro arma», «poca aceite» o «mucho hambre». Es también lógica la vacilación de número en verbos con sujetos colectivos («un grupo de personas asaltó/asaltaron el cuartel»; «multitud de seguidores llenó/llenaron el estadio»), en los que a veces la lógica ad sensum se impone sobre la pauta gramatical. Sin embargo no valen los atenuantes para otros usos cada vez más extendidos donde las concordancias saltan por los aires sin motivo que lo justifique. Ni hay razón para colocar en singular verbos cuyo sujeto es inequívocamente plural («siete de cada diez niños tienen teléfono móvil», no «tiene») ni, a la inversa, es admisible en plural en verbos con sujeto en singular («el 42 % de los encuestados apoya la nueva ley», no «apoyan»). Tampoco van en singular verbos como «creer», «opinar» o «pensar» en construcciones del tipo «soy de los que piensan que» (no «piensa»), «es de los que creen que» (no «cree»), y no se admite el plural en oraciones impersonales, es decir, sin sujeto, como «ha habido muchas víctimas» (no «han habido»). En cambio sí ha de aplicarse el plural al adjetivo que acompaña a dos o más sustantivos («Archivo y biblioteca municipales», no «municipal»). Y, por supuesto, no existen «inclusives» ni es posible dar órdenes del tipo «siéntesen» en nombre de concordancias imaginarias.
19 de marzo de 2012
Concordancias
Van en aumento los defectos relacionados con las concordancias de género y número. Algunos deben mirarse con indulgencia, pues derivan de la excepcionalidad de las normas. Se comprende, por ejemplo, que el estudiante —no tanto el profesor— diga «este aula» por analogía con «el aula», o que por efecto de una parecida atribución errónea del masculino se construyan sintagmas como «otro arma», «poca aceite» o «mucho hambre». Es también lógica la vacilación de número en verbos con sujetos colectivos («un grupo de personas asaltó/asaltaron el cuartel»; «multitud de seguidores llenó/llenaron el estadio»), en los que a veces la lógica ad sensum se impone sobre la pauta gramatical. Sin embargo no valen los atenuantes para otros usos cada vez más extendidos donde las concordancias saltan por los aires sin motivo que lo justifique. Ni hay razón para colocar en singular verbos cuyo sujeto es inequívocamente plural («siete de cada diez niños tienen teléfono móvil», no «tiene») ni, a la inversa, es admisible en plural en verbos con sujeto en singular («el 42 % de los encuestados apoya la nueva ley», no «apoyan»). Tampoco van en singular verbos como «creer», «opinar» o «pensar» en construcciones del tipo «soy de los que piensan que» (no «piensa»), «es de los que creen que» (no «cree»), y no se admite el plural en oraciones impersonales, es decir, sin sujeto, como «ha habido muchas víctimas» (no «han habido»). En cambio sí ha de aplicarse el plural al adjetivo que acompaña a dos o más sustantivos («Archivo y biblioteca municipales», no «municipal»). Y, por supuesto, no existen «inclusives» ni es posible dar órdenes del tipo «siéntesen» en nombre de concordancias imaginarias.
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2 comentarios:
...Por no hablar de cosas como «Yo soy de los que pienso...», extraño intento de concordancia de la persona gramatical.
Por cierto, no entiendo la incorrección del ejemplo de «otra arma». Creo que se me está escapando algo...
Gracias; queda corregido.
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