Las dos caras de ese proceloso asunto que es la vida conyugal reflejadas en sendos eufemismos: uno para el encuentro y otro para la despedida, uno para el amor y otro para el desamor, uno para el «¿estudias o trabajas?» y otro para el «ahí te quedas», uno para la petición de mano y otro para el puntapié:
«Entonces supe que lo que debía hacer era invitarle a un proyecto vital compartido»
«La Zarzuela anuncia el cese temporal de la convivencia matrimonial»
«Entonces supe que lo que debía hacer era invitarle a un proyecto vital compartido»
«La Zarzuela anuncia el cese temporal de la convivencia matrimonial»
Las cosas del querer son a veces complicadas, pero anda que las palabras...
6 comentarios:
Que te he concedido un premiooooooooooooooooooooo.
Entra en mi blog y lo ves.
¿Deberían poner en la puerta de su casa un cartel que dijera "cerrado por cese temporal de la convivencia" como hacen los comercios?
Un saludo.
Yo tengo otro eufemismo, vinculado con la Casa Real. La "persistencia declarativa" de la que acusa Moratinos a Chávez.
Hay que ver qué manera de complicar el lenguaje.
Cojamos cualquier periódico, cualquier emisora de radio o televisión y escuchemos a los políticos. Comprobaremos que son verdaderas máquinas de inventar eufemismos...
La verdad es que, en este caso, el eufemismo es mucho más ridículo que lo duro que les pueda sonar 'separación' o 'divorcio'. Todos los medios lo pusieron así, incluso sabiendo que resulta irrisorio.
La verdad es que, en este caso, el eufemismo es mucho más ridículo que lo duro que les pueda sonar 'separación' o 'divorcio'. Todos los medios lo pusieron así, incluso sabiendo que resulta irrisorio.
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