25 de abril de 2013

Lenguaje colateral




«Hubo un tiro en la garganta». La construcción impersonal lleva a las palabras al limbo de la asepsia. Hasta ahora los tiros los disparaba alguien (sujeto) y los recibía alguien (complemento indirecto): A disparó un tiro a B. Así funciona la sintaxis. Pero esta vez el tiro parece venir de la nada e ir a parar a la garganta de nadie. Ya lo avisó Chomsky







2 comentarios:

jaramos.g dijo...

Es una elipsis intencionada, claro está. Resulta interesante la observación. Permíteme un detalle: "a B" no es directo, sino indirecto. El directo es "un tiro". Salud(os).

JMR dijo...

Claro. Lo corrijo ipso facto.