23 de julio de 2009

ASCUAS

Entre las ‘palabras moribundas’ de las que habla Álex Grijelmo habría que incluir «ascua». Casi nadie la usa. Al menos en su sentido propio, que es el de «pedazo de materia combustible que por efecto del fuego se pone incandescente y sin llama». Es curioso que en cambio sí se conserven acepciones figuradas como la de las locuciones «arrimar el ascua a su sardina» (aprovechar las circunstancias en beneficio propio), «estar en ascuas» (permanecer en estado de inquietud o desasosiego en espera de algo) o, menos empleada, «pasar [como] sobre ascuas» (tratar un tema de manera rápida y sin profundizar en él). Existe también la construcción comparativa «hecho un ascua» que sirve para ponderar el brillo, la luminosidad o la limpieza de algo. Pero, como en tantos otros casos, la pérdida de contacto con el referente originario deja a la palabra en una situación vacilante, sometida a curiosos y cómicos vaivenes. Días atrás, un político entrevistado en la radio exhortaba a los ciudadanos a «arrimar el ascua» para salir de la crisis. Quiso decir, claro, «arrimar el hombro» (ayudar, cooperar, contribuir con el propio esfuerzo), pero casi vino a proponer lo contrario: que cada cual saque el máximo provecho para sí mismo y se olvide de los demás. En un examen de bachillerato donde los estudiantes debían comentar el poema machadiano que arranca con «Las ascuas de un crepúsculo morado...», sólo una pequeña parte acertaba a dar con el sentido cromático de la metáfora. Las ascuas se han quedado en brasas lingüísticas, o en rescoldos de algo que se va apagando lentamente. Es la ley del idioma: unas palabras agonizan y otras nuevas nacen cada día.


Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 18 abril 2009

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Entre las ‘palabras moribundas’ de las que habla Álex Grijelmo habría que incluir «ascua». Casi nadie la usa. Al menos en su sentido propio...


Venga hombre.

dalet dijo...

A mí no me parece moribunda -al menos, no tanto como otras que aparecen en el programa- Yo pienso en las ascuas de una barbacoa, o de una chimenea (aunque, eso sí, relegadas hoy al exotismo consumista del turismo rural).

JMR dijo...

Me alegro de que vuestro diagnóstico sea menos preocupante que el mío. Sigo pensando, no obstante, que el enfermo no tiene buena cara.

Saludos