27 de julio de 2009

TUNEAR

En su acepción automovilística, el verbo inglés «to tune» significa algo así como ‘poner a punto’ un vehículo. Indudablemente ese es el origen del tan oído «tunear» en castellano: preparar un coche aplicándole cambios diversos a gusto de su propietario. Para muchos amantes del motor el «tuning» o «tunning», más que una operación de mecánica, constituye toda una filosofía de vida, un modo de realización personal, una estética y hasta un culto que profesan con toda veneración. Pero el «tuneo», hasta ahora reservado a coches, motocicletas y artilugios diversos con ruedas, empieza a darse en nuevos ámbitos: se tunean desde ordenadores hasta aparatos electrónicos o elementos de decoración. Y, en otro orden de cosas, cada vez es más frecuente oír hablar de las «ideas tuneadas» de un político que ha cambiado de chaqueta, o de «tunear el programa del partido», o sea, desnaturalizarlo para que se adapte a los intereses del momento. Podría decirse que «tunear» ha pasado a ser un sinónimo de verbos como maquillar, decorar, transformar, remozar o personalizar, siempre en sentido metafórico y con un toque de burla y otro tanto de crítica. Tunear es cambiar la apariencia de algo para hacerlo más atractivo y de esa manera engañar al que mira. Tunear es acomodar la realidad a las exigencias propias, en vez de admitir esa realidad y cumplir sus reglas. Como el hortera que pretende deslumbrar al volante de su coche trucado en el taller, hay avezados practicantes de «tuning» en la vida pública, la cultura, la economía, las bellas artes o la alta cocina: gente ruidosa que nos quiere dar gato por liebre. Tuneantes o, más bien, tunantes.

Publicado en el suplemento cultural 'Territorios', de El Correo, 3.5.09.

1 comentario:

dalet dijo...

'To tune' vendría a ser algo así como 'ajustar' o, más precisamente y atendiendo a su significado original 'afinar'.

Me gustan mucho las entradas en las que hablas de vocablos cuyo uso se extiende increíblemente a otros campos en los que su significado queda hueco y desvirtuado. Me recuerda a un microespacio de Radio 5 llamado "Hablando en plata"