Cuando uno empieza a leer «el primer atentado de la legislatura provoca...» espera a continuación un complemento directo de sentido negativo: tristeza, dolor, indignación, destrozos, muerte. El verbo provocar, en su acepción de ‘hacer una cosa que ocurra otra como reacción o respuesta a ella’ (María Moliner), no parece admitir de buena gana complementos del estilo de «acercamiento». ¿Será entonces que, en el subconsciente del periódico que esto redacta, el acercamiento entre Zapatero y Rajoy pertenece al ámbito de los infortunios?
15 de mayo de 2008
13 de mayo de 2008
Gazapos y conejos
Y es que hay gazapos que están hechos unos auténticos conejos.
(Gracias a T.)
Xenofobia y ortografía

*Hechando *ostias. Perfecto. La haches en su sitio, como está mandado. Un nivel ortográfico parejo al nivel cívico del autor del cartel.
(La foto, de El País).
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