28 de mayo de 2010

O no



No estoy muy seguro de que este sea el titular más indicado para anunciar unas jornadas sobre el buen uso del idioma. Habrá que acercarse hasta San Millán y preguntar a los maestros (o no).


(Qué, edición de La Rioja, 25 mayo 2010)

25 de mayo de 2010

24 de mayo de 2010

MUSEAR, MUSEALIZAR


La palabra «museo» no ha perdido con el paso del tiempo la aureola de prestigio que le otorga su etimología: el museo es el ‘lugar de las musas’. Los museos han resistido a la moda de los dudosos «centros temáticos», «centros de interpretación» o «recintos culturales» y conservan su denominación clásica, aplicada incluso a establecimientos misérrimos más parecidos a desvanes polvorientos que a pinacotecas dignas de ese nombre. Es admirable el interés general por levantar un museo no sólo para las grandes muestras de bellas artes, sino allá donde aparecen unos fondos arqueológicos, o en la casa en que pasó su infancia un artista, o cuando un benefactor público dona una colección de insectos, de naipes, de sellos o de jarras de cerveza. A eso se le ha dado en llamar «musealización», y al verbo correspondiente, «musealizar». El diccionario académico no registra ningún término para el hecho de crear un museo o convertir algo en pieza de museo, de modo que hemos de guiarnos por nuestro instinto para medir el acierto del término. El sufijo –izar agregado a la raíz de un sustantivo es un socorrido recurso para indicar acciones. Nada habría que oponer, pues, al procedimiento de creación del vocablo si no fuera porque en la ensambladura entre el lexema y el sufijo se han colado dos fonemas injustificados. Es más correcto decir «museizar» y «museización», como ya hacen muchas instituciones culturales. Pero «musealizar» y «musealización» son más largos, y en consecuencia tienen otro empaque, un signo de distinción añadido, parecen elevar la categoría del museo y de su contenido. Unos hallazgos arqueológicos de poca monta convenientemente «musealizados» atraen más turistas que si solo hubieran sido «museizados». Una escultura «musealizada» supera en calidad a otra simplemente «museizada». Para muchos hablantes, ay, la palabra larga es la que manda.


Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 15.5.2010

23 de mayo de 2010

La lengua no se vende


Puede ser una buena manera de reanudar este blog intermitente, esta bitácora a medias. Son palabras dichas por un enamorado de la lengua y como tales merecen un respeto. Tal vez sea verdad que, en estos tiempos donde todo es mercancía, la lengua es lo único libre que nos queda. Piensen en ello. Entretanto, la nave suelta amarras de nuevo.