2 de noviembre de 2010

Ultracorrección


Hemos aprendido a no decir «*Madriz» sino «Madrid», aunque la –d final se nos siga resistiendo y su fonema quede en un quiero y no puedo, a medias entre el dental sonoro y el absoluto silencio. Pero en ese empeño de disciplina ortofónica hay quienes se pasan de frenada y aplican la norma a palabras a las que no les corresponde. Y se oye entonces el eco redicho y grotesco de la ultracorrección: «*mordad». Con lo sencillo que es decir y escribir «mordaz».

(La Voz de Cádiz, 2.11.10)

3 comentarios:

  1. Pedro A.10:00 p. m.

    En lugar de ultracorrección podría ser una simple falta de ortografía. Los mismos que escriben cansión también escriben análicis, pese a que pronuncian análisis. Los mismos que escriben gayo también escriben pallaso, pese a que pronuncian payaso. Análogamente, el que escribe mordad un día puede escribir verdaz el otro.

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  2. Anónimo10:07 p. m.

    He visto escrito 'judgado' (por juzgado). Es la misma falta de ortografía por ultracorrección, pues un cosa no quita la otra.

    Un saludo

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  3. Pedro A.12:57 a. m.

    Supongamos que "Madriz" es error y "judgado" es ultracorrección. ¿Qué pasa en los casos de "elejir" y "targeta", o "vurro" y "bidrio"? ¿Cuál es el error y cuál es la ultracorrección?

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