30 de septiembre de 2006

Nota de aviso


El surrealismo no ha muerto. Su fantasma vaga de un sitio a otro dejando huellas en los lugares más inesperados, como el vestíbulo del hospital –general, no psiquiátrico- donde alguien colocó esta nota de aviso: «Hasta nueva ubicación, los tablones de anuncios se pueden consultar en el mismo lugar en el que se encuentran».

Lugar de autos: Hospital de la Princesa, en Madrid.
(Gracias a V., que lo encontró en flickr)

27 de septiembre de 2006

CONJUNTO


Tal vez sea posible que algún día no lejano el vocablo «conjunto» deje de aparecer continuamente en expresiones como «el conjunto de la sociedad» o «Europa en su conjunto». Sobra. Es suficiente con decir «la sociedad» y «Europa», puesto que ambos son nombres colectivos donde ya viene encerrada la noción de «conjunto» o ‘cosa que, siendo una reunión de varias, se considera como una sola’.

Si interesa poner el énfasis en la idea de totalidad, quedaría mejor el indefinido «todo, -a»: «toda la sociedad», «toda Europa». Pero he aquí de nuevo una palabra dotada de un singular magnetismo para los amantes de la redundancia y el ‘bullshit’. En su discurso ante el Parlamento vasco del 21 de septiembre pasado, el ‘lehendakari’ Ibarretxe la pronunció en seis ocasiones, a saber: «el compromiso del conjunto del Gobierno en favor de la paz»; «un país que ocupa puestos de vanguardia en el conjunto de Europa»; «el bienestar del conjunto de la sociedad vasca»; «el conjunto de la acción del Gobierno»; «el conjunto del sistema de ciencia y tecnología»; «el conjunto de los gastos de protección social»; y, finalmente, la variante estilística «en su conjunto», por dos veces: «el Gobierno vasco en su conjunto» y «la sociedad vasca en su conjunto».

Se esmeró el ‘lehendakari’ en la cantidad, pero en la calidad hay otros que le superan. Por ejemplo, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, quien en una reciente entrevista se refería al «deterioro de la convivencia en su conjunto». Sin duda es el tiempo de los conjuntos por doquier.

(En la foto, el mítico Arsenio Rodríguez y su -este sí- conjunto)

(Publicado en 'Juego de palabras', del suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 27.9.06).

Palabras y números


Refiriéndose al decálogo de Moisés, Henry Louis Mencken soltó una de sus agudezas: «El otro día leí un libro que defendía los diez Mandamientos. Sin embargo, omitía el mejor de los argumentos: que no son cuarenta». Hoy no habría podido decir lo mismo, porque –al menos en el castellano del DRAE- la palabra «decálogo» sirve también para cualquier «conjunto de normas y consejos que, aunque no sean diez, son básicos para el desarrollo de cualquier actividad». Así que son posibles los decálogos de ocho, de doce o de treinta preceptos.

No es la única discordancia entre la aritmética y el léxico en el español, bastante flexible en lo que al número 10 concierne. Ya en tiempo inmemorial los «decanos» dejaron de ser los monjes tenían autoridad sobre otros diez clérigos para convertirse en los directores de ciertas corporaciones, al margen del número de sus miembros. El vínculo con el número diez originario también ha quedado roto en vocablos como «diezmar», que al principio denotaba la acción de escoger a una persona entre diez para someterla a castigo o ejecución, y que extendió su significado hasta la idea de destrucción masiva de personas, animales o bienes.

La anomalía lingüístico-matemática alcanza a veces a otros números. Las «novenas» no son solo ceremonias celebradas a lo largo de nueve días: si hemos de hacer caso al diccionario académico, pueden reducirse a uno o dos. No obstante, esta acepción va ser juiciosamente suprimida en la próxima edición después de tenerla un tiempo en cuarentena. Período éste, por cierto, que tampoco significa ya «cuarenta días».

(Publicado en 'Juego de palabras', del suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 20.9.06).

26 de septiembre de 2006

Brochazo


Aunque «brochazo» no sea el aumentativo de «broche», cuando habla el corazón embriagado de ímpetu revolucionario se entienden ciertas licencias como esta de «poner un brochazo de oro». Pero dudo de que Voltaire las hubiera aprobado en una página que lleva su nombre.

24 de septiembre de 2006

"DONOSTIWOOD"


La portada de El Diario Vasco del viernes 22 de septiembre celebraba el comienzo del Festival de Cine de San Sebastián con una acertada anfibología: «Donostia está de cine». Por una parte, la ciudad está de fiesta, de celebración cinematográfica. Por otra, se ha puesto sus mejores galas y luce tal como expresa el diccionario para la locución adverbial «de cine»: «que, por su belleza, riqueza o lujo, parece más propio de la ficción cinematográfica que de la realidad».

Menos atinado resulta el titular de la noticia de páginas interiores: «Esto es Donostiwood». Cuando los indios empezaron a llamar «Bollywood» a sus gigantescas factorías de cine lo hicieron sustituyendo una parte del topónimo «Hollywood» por el Bo- de Bombay. Donostia-San Sebastián no produce películas, sino que las exhibe en su certamen anual. Nada que ver con Hollywood ni con Bollywood.

Lo que sí es cierto es que la ciudad está de cine. Incluso en tardes lluviosas como la del pasado sábado.

DEGOLLAR


«Un hombre degolla a una niña de siete años en Ceuta» (Titular de la edición digital de La Nueva España, 24.9.06)

Comparado con el delito del fulano, el despiste periodístico se queda en una pequeña falta. Pero imperdonable en un periódico de prestigio.

22 de septiembre de 2006

*INQUINAL


Desde luego, este es el tipo de noticias que invitan a la inquina: los caballos confiscados a los corruptos en la «operación Malaya», abandonados a su suerte sin que nadie se ocupe de proporcionarles alimentos. Inquina contra el propietario que los compró con dinero sucio, inquina también contra el juez y los funcionarios judiciales que han dejado a los pobres animales en esta penosa situación. Que el lugar donde malviven reciba el nombre de «La Caridad» añade sarcasmo a la vileza.

Inquina, pues. Pero ese es el nombre del sentimiento que inspira el caso. Cosa muy diferente son las hernias inguinales, expresión en la que el adjetivo se limita a señalar el punto del cuerpo donde se localiza el daño. Es decir, la ingle. Con g.

20 de septiembre de 2006

'El candidato melancólico'


El infatigable José Antonio Millán publica nuevo libro. Se titula El candidato melancólico, pero no habla de política ni de pesadumbres sino de etimologías. Un verdadero festín de palabras, que tiene su aperitivo en una página web y su postre en una prometedora bitácora que habrá que visitar con frecuencia.

19 de septiembre de 2006

"BLOGGELLÓN"


Cualquier excusa es buena para reunirse con gente y hacer amistades. Basta con tener algo en común. Algunos bloggers o bitacoreros suelen citarse en lo que inicialmente se dio en llamar «beers & blogs» (o «blogs & beers») y luego adoptó también el nombre genérico castellano de «quedadas».

En Zaragoza han ido más lejos. Por algo la capital aragonesa es pionera en esto de las bitácoras. Vas por el Coso o por la plaza del Pilar, pisas un adoquín y sale una legión de bitacoreros. No necesariamente con cachirulo. Pero a lo que iba: para referirse a estas reuniones, en Zaragoza han acuñado la voz «bloggellón» (o «bloguellón»), un híbrido del anglicismo «blog» y el popular y juvenil «botellón». No está mal pensada. El tiempo dirá si hace fortuna o se pierde en el desván de las palabras fracasadas.

18 de septiembre de 2006

Esquela


La realidad de las esquelas supera con creces la ficción cinematográfica. He aquí un nombre de personaje de película para el Festival de Cine de San Sebastián.

(Gracias a T.)

17 de septiembre de 2006

FRANCO y SINCERO


Franco: 'Sencillo, sincero, ingenuo y leal en su trato'.

Sincero: 'Que actúa con sinceridad' [Sinceridad: 'Sencillez, veracidad, modo de expresarse libre de fingimiento'].

Si alguien confiesa que sus palabras no reflejan su opinión personal (es decir, que exagera, fantasea, miente o delira), ¿cómo es posible que al mismo tiempo justifique esas palabras como muestra de franqueza y sinceridad? Muchos cursos de teología superior hay que llevar a cuestas para entender semejante acertijo .

16 de septiembre de 2006

El tiro por la cuneta


«Le salió el tiro por la cuneta». Es lo que dijo el presidente de la Junta de Andalucía en medio de no sé qué controversia de la que trae noticia Santiago González en su bitácora. Hombre, culata no es una palabra elegante, pero eso no es razón para cambiarla al antojo de cada uno. Y menos todavía si el sustituto es cuneta. Tiro y cuneta juntos evocan sucesos históricos muy chungos.

15 de septiembre de 2006

Camisetas malsonantes


Un clásico del insulto, ahora en siglas: hdp.

*MOBILIDAD


Es difícil entender que alguien ponga una b a movilidad, teniendo en cuenta que nadie escribe con esa letra palabras tan usuales como móvil o automóvil. Pero más incomprensible resulta que la falta de ortografía sea cometida, y además con rara obstinación, en el sitio de una universidad: la Autónoma de Barcelona.

RETALIACIÓN

«El reciente ataque de Israel contra El Líbano se inicia en retaliación al secuestro de dos de sus soldados por parte de Hezbolá». Así redactaba en julio un periódico colombiano el comienzo de una noticia sobre los acontecimientos en Oriente Próximo. Y otro, éste venezolano, escribía a propósito de la expropiación de un campo de golf privado por parte del Gobierno que la medida «sólo se puede interpretar como una retaliación contra la clase media». Son dos muestras del uso de «retaliación», término bastante extendido en el español de América más allá de los reducidos límites que le adjudica el DRAE (donde queda circunscrito a México y Venezuela). «Retaliación» es equivalente a «venganza», «desquite» o «represalia». Empleada sobre todo en el lenguaje jurídico, en el político y en el periodístico, la palabra es un calco del inglés «retaliation» (con el mismo significado que su equivalente castellana, al igual que el verbo «to retaliate», vengarse). Pero no por eso ha de considerarse un anglicismo en sentido estricto, pues el latín ya disponía del verbo «retaliare» para la acción de tratar algo conforme a la ley del talión, es decir, de tomar venganza o aplicar castigo en proporción al daño causado. En principio no debería haber, por tanto, ningún inconveniente para aceptar como propia la voz «retaliación» si no fuera porque bastan y sobran sus sinónimos en español, suficientemente claros y elocuentes para la realidad que señalan.

(Publicado en 'Juego de palabras', del suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 13.9.06).

14 de septiembre de 2006

Estar al loro

«Queda uno descolgado de media docena de palabras y sin darse cuenta está fuera de carrera», escribe Pedro de Silva hoy su rincón de El Faro de Vigo:

Sin saber lo que significan algunas palabras de moda no se puede salir a la calle. Lo peor es que si no se entera uno de ellas al principio, luego, cuando están en boca de todos, no preguntas porque te da vergüenza (algo parecido ocurre con las matemáticas). Cuando ya está pasando de moda la palabra metrosexual, mucha gente cree todavía que es equivalente a varón superdotado en el asunto (supongo que por lo del metro). Yo mismo pensaba hasta hace poco que un cameo en el cine era una escena loca de cama, sin más. Como el uso que hacía la gente no casaba con esto, me metí a fondo en Internet, y aprendí que viene a ser la aparición breve en una película de un personaje real, haciendo de sí mismo. Lo de friki ya se ha explicado aquí hace días. Queda uno descolgado de media docena de palabras y sin darse cuenta está fuera de carrera.

13 de septiembre de 2006

METER y SACAR


En la etapa de hoy de la Vuelta ciclista a España, el kazako Vinokourov ha dejado atrás al anterior maillot amarillo Alejandro Valverde, a quien ahora aventaja en nueve segundos. Los cronistas describen el cambio de dos maneras que parecen iguales:

Unos: «Vinokourov saca nueve segundos a Valverde»
Otros: «Vinokourov mete nueve segundos a Valverde»

Pero ¿meter y sacar no eran antónimos?

12 de septiembre de 2006

LEE


Lee: imperativo del verbo leer.

Gente que lee, según El Hombre Que Comía Diccionarios:

Gente que no lee, por el mismo.

Vacilantes bacilos


El sustantivo «bacilo» es homónimo de «vacilo», presente del verbo «vacilar». Eso explica que a veces pueda producirse cierta vacilación ortográfica entre las dos formas. Más todavía si se tiene en cuenta la polisemia de «vacilar», por la parte más culta ‘titubear’ y por la parte más coloquial ‘gastar bromas a alguien’ (pero siempre escrito con uve).

Parece ser que incluso los mejores lexicógrafos vacilan en ocasiones. El por tantas razones maestro Manuel Alvar deslizó en su Diccionario de voces de uso actual (Arco Libros, 2003) esta definición del palabro «paucibacilar»: «que posee una reducida variedad de vacilos (sic)». No sé en cuál de los dos sentidos de la palabra vaciló Alvar. Pero yo en su lugar no haría bromas. Un lector que ande buscando «paucibacilar» en los diccionarios tiene que ser, sin ningún género de dudas, un tipo raro y con escaso sentido del humor.

11 de septiembre de 2006

Acronimia


Muchos nombres de marca comercial se forman mediante el procedimiento de la acronimia. Embraer es el acrónimo de la «Empresa Brasileira de Aeronáutica», fundada en 1969.

Embrear es otra cosa: ‘untar con brea’. Si a un avión se le untase con brea, seguramente tendría dificultades para despegar (o sea, para levantar el vuelo) y para despegarse (de la pista). A nadie en sus cabales se le ocurriría poner el nombre de «Embrear» a una empresa aeronáutica.

(Gracias a I.)

8 de septiembre de 2006

PELAMANGOS


Siempre me ha caído bien la gente que dice insultos raros. Palabras como energúmeno, botarate, chisgarabís. Me recuerdan al capitán Haddock. Cenutrio, bergante, ostrogodo. Parece que intentan sazonar su cólera con una pizca de creatividad. O que no quieren dejarse llevar por los tópicos, que buscan cierta precisión en la injuria, un no sé qué de poesía en el arrebato. Mariconsón. Papanatas. Zuavo. Pero insultar bien tiene su arte. No basta con soltar palabras raras como ayer hizo el terrorista de cabeza rapada que llamó pelamangos al magistrado del tribunal que lo juzgaba. Estaría bien pelamangos si el resto de su discurso hubiera mantenido una línea de coherencia léxica. Pero el etarra rapado dijo siete veces cabrón y cosas así, poco originales. Ni punto de comparación con la soltura, con el colorido y la variedad increpatoria del capitán Haddock. Decididamente, le faltó gracia a este pedazo de animal.

Y por cierto, ¿qué diablos será un pelamangos?

7 de septiembre de 2006

DOMÉSTICO


El latín nos dejó enseñado que «domus» era el nombre de la casa, del hogar, del sitio de residencia de las personas. De ahí que hablemos de «domicilio», en un sentido quizá algo más restringido pero respetuoso con la voz de origen, y de ahí también el adjetivo «doméstico»: lo que afecta a la casa u ocurre dentro de ella. Decimos «labores domésticas» para referirnos a las relacionadas con el cuidado de la casa y de sus residentes. Mientras la «economía doméstica» comprende los gastos ordinarios que conlleva el sustento de los hogares, son «animales domésticos» aquellos que viven en las casas o, en un sentido más amplio, los que –en oposición a los «salvajes»- se crían en compañía del hombre. Del antiguo uso de «doméstico» como ‘empleado que sirve en una casa’ quedan también residuos metafóricos como los «domésticos» del ciclismo: los gregarios, los corredores que actúan al servicio del líder del equipo. Así que podríamos decir con toda propiedad que hasta aquí todo queda en casa. Pero ¿qué ocurre en el caso de los «vuelos domésticos», tan mentados últimamente en la aviación? No son los avioncitos de papel que el niño lanza por el pasillo, sino los vuelos nacionales, en oposición a los internacionales. Lo mismo sucede cuando en política se habla de «asuntos domésticos» en referencia a los que no rebasan las fronteras de un país. En ambos casos se trata de un «falso amigo» del domestic inglés en su acepción de ‘nacional, interno, interior’, que el castellano debería evitar por innecesario y por equívoco.

(Publicado en 'Juego de palabras', del suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 7.9.06)

5 de septiembre de 2006

PORQUE y POR QUÉ


A juzgar por lo escrito en las camisetas, los necesitados de escolarización urgente son los padres protestones antes que sus hijos-pancarta.

(Portada de La Voz de Galicia, 5.9.06).

TERRAZITA*


Una terracita malagueña... ¿rotulada por El Zorro?

Cortesía de Patxi.

COMPORTAMIENTO


Una vez extinguido el incendio de anoche en un rascacielos en obras, el jefe de los bomberos de Madrid declaraba que «la estructura de hormigón del edificio se ha comportado magníficamente» (Informativos Telecinco, 5 de agosto de 2006). Es decir, que la Torre Espacio ha tenido una conducta intachable. De un tiempo a esta parte el verbo «comportarse» y su derivado «comportamiento» se van desplazando del terreno de las personas al de las cosas. Leemos sin inmutarnos que «los valores bursátiles se han comportado al alza» o que «las corrientes marinas están cambiando de comportamiento». Pero decir de un estudiante que se ha comportado bien (o mal) suena a escuela antigua. Los seres humanos ya no tienen apenas comportamiento, tal vez porque poca gente se hace responsable de sus acciones y el empleo de esa palabra implicaría la asunción de la correspondiente responsabilidad. Los que se comportan son los seres inanimados, los edificios, las mareas, el índice Nikkei.

4 de septiembre de 2006

"CARTONÁ"


Algún nombre había que ponerles a estas avalanchas de coleccionables que se nos vienen encima en septiembre. En Pies para quiosquero lo han hecho con bastante gracia: la cartoná. Otro comentario, aquí.